Lienzo de formato grande, se ubica su elaboración en la segunda década del s. XVII, época en la que los talleres de pintura empiezan a desarrollar trabajos de considerable importancia. Los pintores de principios del s.XVII, corresponden a una de las primeras generaciones de artistas locales que se formaron en las escuelas de arte quiteños.
En esta obra, el artista quiteño, plasma con cierta simplicidad y elegancia, una de las escenas más icónicas del dogma católico. Es el momento en que el Arcángel Gabriel visita a María Virgen para anunciarle su concepción. La respuesta de la mujer se detalla escrita en latín en una filacteria, a través de una “escritura de espejo” donde afirma “soy la sierva del Señor, hágase en mí su voluntad”.
El libro abierto, consigna, el capítulo del profeta Isaías (7:14) en la que se menciona esta profecía.