ARTISTAS DESTACADOS EN EL MUSEO

MIGUEL DE SANTIAGO  

Pintor  quiteño de orígenes indígenas, de inigualable destreza y talento en el S. XVII. Su taller se desarrolló durante  mediados y finales de este siglo, avanzando hasta las primeras décadas del s.XVIII. Falleció el 4 de enero de 1706. El Museo cuenta con una importante colección de obras de su autoría, así como: la Serie de la Doctrina Cristiana y La Inmaculada Eucarística; y otras obras que son atribuidas a su taller, como el Árbol genealógico de la Orden Franciscana, el lienzo más grande de todo el Convento.

Coronación De La Virgen

BERNARDO RODRÍGUEZ

Maestro muy destacado entre los cultivadores de motivos religiosos en el Quito virreinal del s. XVIII. Los encargos que recibió desde diversas instituciones religiosas integran la mayor parte de su producción, caracterizada por una interesante utilización de la luz y el color. Ese amparo eclesiástico le ofreció unas ventajas privilegiadas para la elaboración de lienzos como los que hoy cabe admirar en el Museo Franciscano de Quito.  Sus principales obras atribuidas en el Museo son: Serie de los milagros de San Antonio de Padua – El triunfo de la Cruz – Coronación de la Virgen con heráldica de familia española.

BERNARDO DE LEGARDA

Escultor y pintor quiteño de enorme talento, Legarda destaca como uno de los artistas más inspirados y polifacéticos del Quito virreinal. Su actividad artística se sitúa en la primera mitad del s.XVIII. Como otros imagineros de procedencia indígena, se dedicó exclusivamente al arte sacro, alcanzando una soberbia calidad en sus obras, consideradas entre las más notables de la escultura barroca quiteña.

Algunos historiadores coinciden en afirmar que Legarda fue un artista muy talentoso y multifacético, cuyo talento fue requerido por casi todas las iglesias de la ciudad. Entre las disciplinas que cultivó en su taller figuran la ebanistería, la pintura, la impresión de libros, la platería y, por supuesto, la talla de retablos e imágenes piadosas. Las obras más importantes que se exhiben en el museo son: “Virgen Inmaculada de Quito”, ubicado en el retablo mayor de la Iglesia Franciscana; “Virgen de la Asunción”, talla en madera ubicado en el museo; y, el lienzo “Madre del Amor Hermozo”, obra atribuido a su taller, por algunos especialistas.

Bernardo de Legarda murió en su ciudad natal, Quito, el 1 de junio de 1773. 

MANUEL CHILI “CASPICARA”

El escultor indígena Manuel Chili, apodado Caspicara, probablemente nació en Quito, hacia 1722, y su fallecimiento en 1796. Representante formidable de la imagineria barroca quiteña, cultivó los motivos religiosos, tanto en madera como en mármol.

Entre sus maestros más influyentes figuran Diego de Robles y Bernardo de Legarda. Son numerosas las piezas que se le atribuyen, y varias de ellas figuran entre las predilectas de los ecuatorianos. Sus obras que están custodiadas en el Museo Franciscano son: “San Francisco Seráfico” y el conjunto escultórico “Virgen de la Asunción” que adornan los retablos laterales, norte y sur, de la Iglesia de San Francisco;  la “Impresión de las llagas, situada en la Capilla de Cantuña; dentro del museo, “La Virgen del Carmen” y “San José con el Niño”, al igual que algunos cristos agonizantes.

La Anunciación

MATHEO MEXÍA  

Pintor quiteño, muy distinguido entre los creadores de influencia renacentista que desarrollaron su arte a lo largo del periodo virreinal. Desde el punto de vista cronológico, y también de acuerdo con su estilo, Mexía forma parte del grupo de maestros que enriquecieron la pintura colonial quiteña tras la fundación del Colegio de San Andrés por parte de Fray Jodoco Ricke. Por ello, a la hora de analizar su producción, los estudiosos suelen situar las obras de Mexía junto a los lienzos de Miguel de Santiago y Bernardo Rodríguez. Hombre sensible, dueño de un oficio lleno de virtudes, Matheo Mexía fue un soberbio cultivador del arte religioso, y así queda de manifiesto en los cuadros que aún se conservan, algunos de los cuales pueden ser admirados en el Museo Fray Pedro Gocial, tales como: “San Francisco y los Terciarios” y “La anunciación”.

Texto: Centro Virtual Cervantes.

MANUEL DE SAMANIEGO  

Pintor quiteño que inició su carrera artística en el siglo XVIII. Nace el el año de 1767, falleció en 1824.  Manuel Samaniego fue un eficaz gestor de su taller de pintura. Asimismo, fue un artista preocupado por la formación de sus discípulos, a quienes adiestró en los aspectos técnicos y estilísticos de su actividad. En líneas generales, sus pinturas fueron un reflejo de las influencias religiosas de la época. Destacan en esta línea las pinturas que dedicó al tema de “Mariano”, para las cuales empleó modelos reales, de muchachas muy bellas, ataviadas al gusto contemporáneo. Esa misma originalidad se advierte en los lienzos que consagró a la familia de la Virgen.

De su catálogo pictórico  destacan algunos cuadros que se conservan en las  iglesias de Quito, sobresaliendo los de la Catedral, donde se encuentran: La adoración de los Magos, La asunción de la Virgen, El nacimiento del Niño Dios El sacrificio de San Justo y San Pastor. El Museo Franciscano exhibe dos obras atribuidas a su talentoso taller, estas son: La Virgen del Rosario y los quince misterios; y El sueño de Jacob. Su maestro fue, también el pintor quiteño, Bernardo Rodríguez. Ya en el terreno literario, sobresale su interesante Tratado de pintura.

 

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