Esta obra pertenece a uno de los 8 lienzos de la serie conocida como “La Doctrina Cristiana”.
Esta es una de las más importantes colecciones que tiene la comunidad franciscana. Estas pinturas fueron utilizadas por los religiosos para adoctrinar o catequizar a los indígenas en una forma visual, aunque existen otras teorías que sostienen que fueron creadas para el recordatorio teórico y espiritual de los frailes. En cada uno de estos cuadros vamos a encontrar los dogmas católicos: mandamientos, sacramentos, pecados capitales, obras de misericordia, virtudes, peticiones del Padre Nuestro, Dones del Espíritu Santo y Letanías de la Virgen.
La revelación de las “Diez Palabras” es concedida después de una proposición de la alianza: “Ahora bien, si escucháis mi voz y observarais mi pacto seréis para mi entre todos los pueblos la porción escogida, ya que mía es toda la tierra y seréis vosotros para mí un reino sacerdotal y Nación Santa” (Ex.19, 5-6). Esta alianza está representada en el abrazo de los dos ángeles con dos seres humanos que representan a su pueblo y expresa la implicación de pertenencia a Dios, como producto de su iniciativa amorosa. Este es el primer cuadro de la serie, y es el que da la apertura para el desarrollo de la Doctrina Cristiana de las “Diez palabras”.