La Virgen del Rosario es una advocación de la Orden de los Predicadores altamente difundida. La Virgen sujeta al Niño Jesús y con su mano derecha sostiene el Rosario, a los pies y costados, están Santo Domingo y San Francisco, mientras que, en la cúspide, la Trinidad.
Se complementa la lectura dogmática, con quince escenas que hacen referencia a los misterios que se tratan en el rezo del Rosario; cinco misterios gozosos, cinco misterios dolorosos y cinco misterios gloriosos. Nótese la incorporación de pan de oro en los detalles de toda la pintura.
Aparece el texto de una oración a la Virgen que versa:
“Tú que pisas mis umbrales
Salúdame con amor
Yo soy la Madre mejor
Que han tenido los mortales
Yo la que curo sus males
Y protejo en su agonía
No pases sin cortesía
Detente por un instante
Mira que soy Madre amante
Rézame una Ave María.”