Lienzo de formato grande, se ubica su elaboración en la segunda década del s. XVII, época en la que los talleres de pintura empiezan a desarrollar trabajos de considerable importancia. Los pintores de principios del s.XVII, corresponden a una de las primeras generaciones de artistas locales que se formaron en las escuelas de arte quiteños.
Esta pintura de simbolismo místico, está dedicado a la Tercera Orden Franciscana, la Orden Terciaria, donde están retratados algunos de sus principales representantes como son el Rey Luis de Francia, San Roque de Montpellier y Santa Isabel de Hungría. Un detalle de la obra es la representación de todos los rostros, que como se puede apreciar, son iguales, este detalle tiene que ver con uno de los principios de la Orden Franciscana, que manifiesta que, para Dios, todos los seres son iguales, por ende todos son hermanos.
En la parte superior se detalla la Santísima Trinidad sujetando el cordón franciscano, mientras que en la parte inferior algunos símbolos de la Orden y la firma del autor.
Esta obra se ubica justo en una época histórica, en la que, los miembros Terciarios de la Orden Terciaria de Quito tenían una presencia importante.