Esta pintura pertenece a la serie de lienzos de la Vida de San Francisco, serie que es la más grande, en número, que conserva el Convento Franciscano en Quito.
Es la escena descriptiva de la conmemoración de la última cena, realizada por el Santo junto a los Penitentes de Asís. Al igual que en la narración bíblica, San Francisco cuenta con el respaldo de 12 frailes durante la cena, asistidos de otros dos seguidores. Nótese el intento acertado de conseguir la pintura de bodegón alrededor de la mesa servida. De igual manera los efectos de espacialidad y profundidad son bien logrados.
Esta obra, así como las demás de la serie, fueron trabajadas por maestros anónimos. Se conjetura hasta la actualidad, su procedencia, hay quienes sostienen que los lienzos de esta serie fueron realizados por pinceles quiteños, españoles e italianos.